sábado, 14 de mayo de 2011

¿PROMISCUO, YO?






Siempre que pienso en temas de sexualidad, cuando los hablo, cuando los comento con las personas a mi alrededor, o leo un articulo siento una necesidad de poder hablar de una Sexualidad abierta, no tolerante sino respetuosa. De tolerar a respetar, para luego aceptar.

Hace unas semanas estuve escuchando a una persona hablar sobre los valores éticos que deben regir nuestra sexualidad, y me puso a pensar: ¿quien definió que es ético al hablar de sexualidad?


Durante se desarrollo el foro, salieron a relucir los típicos temas y palabras que se mencionan al hablar de la vida sexual activa de algunas personas, una de esas palabras era PROMISCUIDAD, en muchas ocasiones anteriores y en este espacio, se menciono la promiscuidad como una conducta sexual, o serie de conductas que hacen que una persona tenga múltiples parejas que podrían ponerle en riesgo físico como mental. La persona que desarrollaba el foro hablaba también del peso social que adquiere una persona que se le define como promiscua.

Y ahí entro mi reflexión, ¿Quién puede definir quién es promiscuo realmente? ¿De dónde viene esta valoración? ¿Qué implicaciones podría tener ser promiscuo en Honduras?

Con seguridad, puedo responder que el termino promiscuidad ha sido una definición que tiene una valoración muy fuerte con normas religiosas, una pre concepción de cómo debe ser la vida sexual de las personas, de el idealismo del matrimonio como institución formal y epicentro social, del control de la forma de vida de los y las jóvenes, y sobretodo de tomar como valor intrínseco la virginidad y la fidelidad, pilares que la iglesia y algunos grupos fundamentalistas religiosos han determinado como el camino de vida.

¿Quien podría decir, o definir que una persona tiene más relaciones sexuales que otra? Siendo este un tema que me apasiona le pregunte a amigos cercanos con este ejemplo. Si tú tienes 1 pareja con la que mantienes relaciones sexuales ocasionales, y yo mantengo relaciones sexuales con 2 personas en diferentes ocasiones  ¿la persona que tiene menos parejas sexuales podría definirme a mí como promiscuo? 

El termino promiscuidad por si mismo podría entrar como una visión corta y retrograda basada en valores de una sexualidad más conservadora, un término que se acuno a todas aquellas personas que han desobedecido la normativa social previamente establecida e impuesta, 1 pareja, 1 matrimonio, y hasta que la muerte nos separe.

Que conste que mi argumento no es enviar el mensaje que está bien tener relaciones con todo las personas que queramos sin importar que. Aunque cualquiera está libre de hacerlo si así lo desea.   Mi intención es que, la sexualidad debe regirse con valores amplios, indefinibles, no se puede etiquetar, no se puede definir de quien gustar, de quien sentir, o de quien compartir una relación sexual en este caso. El hecho en sí, es que valorar a las personas por la cantidad de parejas sexuales, y definirlas por eso, no cambia el machismo, no cambia las nuevas infecciones por vih, no cambia el hecho que haya personas que no utilicen el condón aun.

En sí, la visión está en que la sexualidad ocurre y nadie puede controlarla, nadie puede controlar los cuerpos de las personas, los deseos y el ejercicio de sexualidad, pero si podemos enviar un mensaje que existen alternativas que hay una gama de opciones  desde las más tradicionales como la virginidad, la abstinencia, y la fidelidad, hasta las más realistas y progresivas donde un verdadero ejercicio de la sexualidad responsable es lo que verdaderamente define a las personas, sin juicios de terceros, netamente una valoración propia que parta de que me hace sentir bien a mí, que me protege, que nos protege a ambos. 

Definir un numero para etiquetar a las personas por ser buenas o malas basadas en la cantidad de relaciones sexuales que tienen, solo incrementa el ya el  fuerte estigma y discriminación, valorizaciones que denigran la integridad de las personas, las fuertes etiquetas hacia lo que no conocemos, a estilos de vida que no concuerdan con nosotros y que lastimosamente solo contribuyen a generar violencia. Porque al fin de al cabo decirle promiscuo a otra persona solamente es reforzar el hecho que tú deberías vivir tu vida sexual como yo el vivo. Y eso es imposible.

No hay recetas para hablar de sexualidad, no hay recetas para definir qué es lo que quieren las personas, o a quien deberían amar. Ya es tiempo que retomemos un ejercicio por una sexualidad abierta, amplia, donde podamos escoger con quienes, cuando y donde podemos ejercer nuestra sexualidad. Y no únicamente por que sea placentero, sino porque estamos ejerciendo un poder sobre nuestros cuerpos, y sobre nuestra vida.

 Fernando Reyes 

1 comentario:

  1. Creo en el sexo como una forma mas de comunicación entre las personas, como cenar juntos, o compartir un porro de marihuana.
    Ser promiscuo es solo otra forma de vivir.
    Sexo y amor con una sola persona me resulta una idea tan pobre de la vida. Amo a muchas personas, no puedo amar a una sola. Deseo a muchas personas no puedo desear a una sola.
    El amor y el sexo juntos son maravillosos con una o mas personas a la vez. El sexo solo como encuentro o diversión también es maravilloso, con una o mas personas a la vez. Vivid y dejad vivir. Abrazo desde Uruguay. Y VIVA la resistencia a la normalidad, a la represión en todas sus formas y a las tiranías !!!

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